Hacia mediados del mes de marzo son varias las localizaciones de nuestra geografía en las que nos podemos dejar sorprender por una explosión de colores (rosáceos y blancos básicamente) en el momento en que los almendros, cerezos, perales y diversas variedades de melocotón visten sus todavía desnudas ramas con multitud de flores que tiñen el paisaje. Aitona, en LLeida, Cieza en Murcia, o el Valle del Jerte en Cáceres, son algunas de ellas, aunque no las únicas.

Podemos trabajar tanto con angulares como con objetivos zoom buscando detalles, líneas, formas y sobre todo colores para obtener fotografías realistas o bien de estilos más artísticos (barridos, desenfoques, abstracciones, etc.).